Secundario para adultos en primera persona

Secundario para adultos en primera persona

EDUCACIÓN Y CULTURA   /   06-11-2019   /  A+ | a-

Virginia, o “Virgi” como le decimos quienes la conocemos, es una de las compañeras de la familia mercantil que trabaja en Gestiones y Servicios que ha sabido desafiarse a sí misma, superando los temores y la incertidumbre que genera comenzar con algo nuevo. Después de 5 años de mucho sacrificio, está a tan solo un paso de terminar la escuela secundaria y nos cuenta su experiencia y cómo fue el camino hasta el día de hoy.



“Me acuerdo cuando empecé a estudiar en el CENS en el 2015. Me enteré del beneficio porque le comenté a Gonzalo, uno de mis compañeros de trabajo que tenía ganas de empezar a estudiar y él me dijo que consulte en Mitre, que él había hecho el secundario para adultos ahí ya hace algunos años y se había recibido. Entonces fui, presenté el certificado de estudios de la primaria, me anoté y empecé. Recuerdo que ese día me preguntaron si quería quedarme, y yo pensé ¡Pero no traje nada! entonces, mis compañeros y la profesora me prestaron hojas y útiles para que pueda empezar.

Al principio me costó un montón, porque no enganchaba nada, como toda persona que dejó de estudiar y después de muchas años vuelve a arrancar. Yo hice también la primaria de grande, siendo mamá con 5 hijos, y a pesar de todo, se dieron las cosas para que lo pueda hacer. La carrera es en 3 años, pero yo la estoy haciendo en 5. Cada cosa tiene su tiempo, lo importante es hacerlo. Sin ir más lejos, he tenido una compañera de 74 años, Rosario, que con mucha paciencia ha logrado terminar.

Al principio yo era “La reina del 2”. “¿Un dos? ¡Pero si ud. puede más!”, me decían los profesores, y yo pensaba “no puedo”, “no tengo tiempo”, “tengo que trabajar”, y después, empecé a entender que ellos tenían razón, pueden acompañarnos pero nosotros tenemos que poner de nuestra parte. La profe de inglés solía decirnos “si no se sientan y apoyan la cola en la silla, nunca van a aprender”, y fue ahí que rompí la primer barrera del 2...y de a poco, empecé a aprobar las materias. Y cuando me saqué un 10, no lo podía creer, mis profesores y compañeros me decían: “¡Virginia, mirá todo lo que evolucionaste!”.

Realmente no fue fácil. Tiene mucho sacrificio, porque uno tiene que combinar sus obligaciones laborales y familiares, y a la vez cumplir con el estudio. Muchas veces, yo me iba los domingos a ver a mis hijos y a mis nietos y me llevaba la tarea para hacer. Por eso el apoyo de la familia es fundamental, y también el de los compañeros porque cuando no entendemos algo o alguno no llegó a terminar la tarea, nos juntamos en la Escuela y nos ayudamos a terminarla.

Llegás a mitad de año y llegás agotada. Siempre pasa que después de las vacaciones de invierno se da la mayor deserción. Me ha pasado por supuesto de querer dejar todo. Fue en segundo año. Las matemáticas y la contabilidad me costaron un montón, sentía que era mucho para mi, y no llegaba a entender. Lo hablé con mis profesores y con mi compañera Elsa, que fue un gran apoyo para mi. Ella me dijo, “¿Qué materia dejarías para no abandonar el colegio?, Virginia, dejá la materia que más te cuesta...dejala y esforzate en las otras materias, y luego, cuando te sientas preparada las volvés a hacer.” Y ahora, la materia que estoy cursando es una de esas que dejé, y cuando me reciba, quiero seguir estudiando, mi sueño es filosofía social, pero por ahora me voy a anotar en el terciario, en la sede de Rivadavia para empezar Relaciones Laborales.

Estoy muy agradecida con Armando Cavalieri. Yo creo que él ni siquiera se puede llegar a imaginar lo que significa para mi y para muchos de mis compañeros que nos haya dado la posibilidad de estudiar. Cuando mis hijos egresaron yo los veía como a ellos como de otro mundo, y ahora verme a mí que ya casi estoy por terminar, no tiene precio, ahora ellos están orgullosos de mí. ¡Y ni hablar de mis nietos! Que hoy en día puedo ayudarlos a hacer su tarea. Eso no tiene precio.

De chica me dijeron, “vos sos una piedra que hay que pulir”. Yo me veía muy inferior a la gente preparada, lo veía todo tan lejano… pero cuando pude cruzar esa barrera me dije a mi misma “¡Esta piedra también puede ser capaz!” Aparte, cuanto más sacrificio te cuesta, más orgullo te da.”



 

¿Vos no terminaste? ¡Inscribite para el ciclo lectivo 2020! 

¿Dónde? Bartolomé Mitre 970 3er piso, Secretaría de Cultura y Capitación. 
¿Cuándo? Ya podés hacerlo presentándote personalmente de lunes a viernes a partir de las 19:30hs con tu dni + certificado de primaria
¿Qué costo tiene? Ninguno, pero la ganancia es enorme ;)
 
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