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SEComunica | La Revista N° 4
tiempo y que los resultados de ésta se trasladen a la pobla- décadas. Los gobiernos tendrán que aceptar un papel más activo en
ción en términos de empleo y salario, mucho más. la economía. Deben ver los servicios públicos como inversiones en
lugar de pasivos y buscar formas de hacer que los mercados labo-
Nuestra organización sustenta su representación en la peque- rales sean menos inseguros. La redistribución volverá a ser parte de
ña y mediana empresa, precisamente el sector que la OIT y la la agenda. Las políticas consideradas hasta hace poco excéntricas,
UNI identifican como el más castigado en la actual situación. como los impuestos básicos sobre la renta y la riqueza tendrán que
Deberemos tomar conciencia de esta realidad. Ya, antes de la estar en la mezcla”.
pandemia, nuestra realidad era crítica. La pandemia la agravó.
Tomar conciencia implica comprender que nuestra tarea pri-
mordial hoy es mantener el empleo de nuestros compañeros/
as. En el desempleo nuestra acción se desvanece. Es como arar
en el aire. No obstante, como lo informa la OIT el desempleo
se va a enseñorear en el planeta. Por lo tanto, habrá que adap-
tar nuestras estructuras, innovar nuestras estrategias, buscar
los nichos de la nueva economía digital en la que se expresará En el 2008, las grandes economías salvaron
nuestra actividad de servicios. a los bancos.
Hoy se trata de salvar vidas.
No todo está perdido. Se avecina un apasionante debate que
siempre estuvo presente pero que adquiere ahora una nue-
va dimensión: rediscutir un nuevo balance en la relación entre Seguiremos colaborando y protegiendo a
mercado y estado. Ha quedado claro que el mercado necesita nuestros representados, pero conscientes
ser regulado. Los mejores sistemas de salud del mundo han de que solos no podemos y que nos acerca-
quedado desbordados y colapsados. No obstante, muchos de mos a un punto de inflexión en el que tam-
ellos, fueron, durante los últimos 20 años desfinanciados pro- bién deberemos mirarnos hacia adentro de
ducto de un fuerte proceso de privatización de la salud. No- nuestras propias organizaciones.
sotros estamos acostumbrados. Los trabajadores no tenemos
ni paraísos fiscales ni cuentas offshore. Tenemos al estado, la
seguridad social, la protección del trabajo y la salvaguarda de
nuestros derechos. La presencia de nuestra obra social en el
actual esquema de atención de emergencia de la salud tam-
bién expresa un pensamiento de trabajo conjunto con el es-
tado.
Nunca estuvimos equivocados; lo reconocen propios y extra-
ños. El diario económico que expresa el pensamiento de la eli-
te económica mundial, el Financial Times, acaba de publicar en
su editorial: “El virus pone al descubierto la fragilidad del contrato
social. Será necesario poner sobre la mesa reformas radicales, que
reviertan la dirección política predominante de las últimas cuatro Armando O. Cavalieri
Secretario General
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